Solis...*

Inhalemos nuevamente un atardecer de lluvia a nuestro antojo

Susurrando imperiosamente los por qué de las agonías perdidas
Calla por un momento y déjate sentir ante mi imagen
Esa imagen dulce que recuerdas, esa imagen que se funde cada noche en tus sueños y desaparece con el odio que aun anida en brazos, que a veces se adueña de tus besos y compra tus miradas al precio de tus frustraciones.
Soplemos aquella amargura matutina
Déjala volar con las hojas que caen a cada momento junto a nosotros
Rodeándonos en el aura otoñal de este abril ya comenzado
Tú con tu sol, yo con mi luna.
Tú eferveciendo, yo congelando.
Tú con tu luz, yo con mi oscuridad.
Tú con tu rabia, yo con tristeza.
Y no nos damos cuenta que en cada crepúsculo unimos nuestra desunión y el vértice cambia en cada gota derramada por nuestro costoso algodón.
¿Continuará la dulzura endureciéndose hasta llegarse a borrar?
Mírame nuevamente, pero sin el odio apoderándose de ti
Mírame con el alma que aun te posee, esa que se enamoró de mi
Esa que me puede fácilmente cautivar, como así mismo me puede dañar
Y es que no sabes el poder que tienes, no sabes qué alas me puedes dar
Dame el viento para que pueda volar, pero no me apuñales con tu sol
Que yo muero, y ni el crepúsculo ni mi luna llegarán para mi algodón salvar.