Inanis...

jueves, 5 de abril de 2007

 

Estar vacía.. estar podrida interiormente. Estar.. sin estar.

No sé cuantos autos hoy me esquivaron para no atropellarme. Habrán sido más de diez y como que ninguno atinaba que lo que yo en realidad más quería era ser arrollada por alguno de ellos. No puedo tener tanta mala suerte ¿o sí? Estar en medio de la calle esperando a que alguien no me divisara adecuadamente como para poder girar en lado contrario y así cometer lo que yo llamo un glorioso descanso... Claro, no falta también ese "amigo" que te jala de los brazos y te dice que reacciones, que dejes de hacer estupideces, que tenga cuidado, que algo me puede pasar, ese que te prohibe, que no te deja alcanzar lo que tú más anhelas: Hacer lo que tú alma te dice.. "tírate, déjate llevar por el impulso.." Y hay te das cuenta de que toda esta maldita mierda nació por el maldito impulso, por la maldita mala costumbre de dejarse llevar por los impulsos, entonces la vida nuevamente te pone frente a un dilema contra ti mismo... y para mi dilema es lo mismo que decir "tienes que tomar una decisión"... Odio las decisiones, porque por más que las pienso, no resultan como deberían y hay es cuando otra vez, las ineficientes emociones reaparecen y se adueñan de mí.

Hoy sólo quería un auto abalanceándose hacia mi y que con su fuerza me lanzara lejos, muy lejos azotándome contra mi dolor, para rebotar en mi inconsciencia y descansar en el suplicio de mis aflicciones. Y es por eso, que me siento vacía... es por eso que no estoy, porque aún espero en alguna calle que un auto me alcance y me de lo que deseo.

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